Cierra los ojos, inspira profundamente y deja que la melodia de este blog acaricie tus oidos envolviendo los sentidos, dejándote la mente en blanco preparada para entrar en.... MI MUNDO INTERIOR.

miércoles, 25 de agosto de 2010

EL DON DE LA VIDA

El día que me veas vieja o que ya no sea la misma, por favor, ten paciencia y compréndeme.

Cuando sin querer derrame comida sobre mi vestido y olvide cómo atarme los zapatos, tenme paciencia; recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas.

Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas palabras y sabes de sobra como termina, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeña, para que te durmieras, tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojos.

No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello. Recuerda los momentos que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacer más agradable y divertido tu aseo.

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona. Acuérdate que fui yo quien te enseñó tantas cosas. Comer, vestirte y cómo enfrentar la vida, son producto de mi amor, esfuerzo y perseverancia.

Cuando en algún momento, mientras conversamos, me olvide de qué estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te impacientes; tal vez no era importante lo que hablaba y lo único que quería era estar contigo y compartir ese momento.

Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Se cuánto puedo y cuándo no debo. También comprende que con el tiempo, ya no tengo tantos dientes para morder, ni gusto para saborear.

Cuando mis piernas fallen por estar cansadas para andar. . . dame tu mano tierna para apoyarme, como lo hice yo cuando comenzaste a caminar.

Por último, cuando algun día me oigas decir que ya no tengo demasiadas fuerzas para vivir, no te enfades. Algún día entenderás que esto no tiene que ver con tu cariño. Trata de comprender la diferencia entre vivir y "sobrevivir".

Quiero lo mejor para ti y he preparado los caminos que debes recorrer. Piensa entonces que, con este paso que me adelanto a dar, estaré construyendo para ti otra ruta, en otro tiempo, pero siempre contigo.

No te sientas triste, enojada o impotente por verme así. Desde tu corazón compréndeme y apóyame como lo hice cuando tu empezaste a vivir. De la misma manera como te he acompañado en tu sendero, te ruego me acompañes a transitar el mio.

Dame amor y paciencia, que te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que siempre tendre por ti.

Te quiero J.L.J

2 comentarios:

  1. Ojala tubiera yo palabras como las tuyas para poder describir lo que me has hecho sentir al leer esto. Eres lo mejor...te quiero

    ResponderEliminar
  2. Seguro que las tienes. Tan solo tienes que escribir con el corazón. Gracias por el comentario. Un beso

    ResponderEliminar