Cierra los ojos, inspira profundamente y deja que la melodia de este blog acaricie tus oidos envolviendo los sentidos, dejándote la mente en blanco preparada para entrar en.... MI MUNDO INTERIOR.

miércoles, 25 de agosto de 2010

PORQUE NUNCA ME HAS QUERIDO?

He pasado años y años queriéndote gritar todo lo que me has hecho, las consecuencias de todo aquello que me hiciste pero, ¿sabes?, ya no voy a hacerlo.

Pensé cientos y cientos de veces en mandarte una carta explicándote mis motivos para alejarme de ti...no, ya no voy a hacerlo.

¿Sabes? al salir de tu maltrato me encontré con sentimientos enfrentados. Tras 10 años de intenso esfuerzo conseguí alejarme de ti, ese deseo fue lo que me mantuvo con vida mucho tiempo y en los últimos años llegue a pensar que una vez marchase no volvería a verte puesto que parecía imposible cualquier tipo de relación no dañina contigo, demasiado odio, demasiado rencor, demasiado daño causado, pero, inesperadamente...comenzaste a dar muestras de afecto tras mi partida.

¿Porque ahora? ¿Habías cambiado? estas preguntas mantuvieron un efímero hilo para mantener contacto contigo. Y así lo hice pero ese cambio no era real. Tu conducta hacia nosotros había mejorado superficialmente en muestras de afecto pero seguías haciéndonos daño en la lejanía. Continuaste con llamadas alarmantes e insultantes a ambos. Tal vez cuando vamos a verte intentas ser aquella madre que nunca fuiste pero no en la lejanía. Y tu violencia continúa ahí, solo que la has proyectado contra otras nuevas víctimas. No, no has cambiado y no podrás hacerlo porque tu locura, tu egoísmo, tu agresividad verbal y física innata que eres incapaz de controlar no te lo permiten.

¿Sabes? ya me da igual que cambies o no.

Al poco tiempo de salir de tu casa se manifestaron con gran fuerza todas y cada una de las secuelas que se habían forjado tras años de maltrato en mi interior. De pronto me encontré rota. Necesitaba recomponerme y el continuo contacto contigo me lo impedía, decidí poner tierra de por medio para poder hacerlo.

En un largo proceso de introspección conseguí recomponer mi interior quedándose en el aire que pasaría con mi relación contigo: ¿debía perdonarte? ¿debía olvidar lo que me hiciste? O por el contrario debía alejarte de mi vida, olvidar quien eres y que existe…este fue un interminable conflicto interno...

Pero, ha habido algo que me ha hecho ver no solo que este conflicto se ha cerrado sino que llegue al fin de mi sanación. La última vez que te ví fue decisiva, ¿sabes?, no sentí nada negativo hacia ti, ni rencor, ni desprecio.

Como de costumbre sacaste temas que no debías y por primera vez internamente no reaccione de ninguna manera a modo de resentimiento ni odio. Únicamente te mire y sentí pena por ti, por como estabas consumida por cientos de demonios que te sumían en un continuo estado de maldad. Me quede en tu casa contemplándola, contemplando cada escenario de tu locura y maltrato y no sentí nada. Fue como si de pronto fuera capaz de estar en el corazón de la oscuridad que tanto sufrimiento me causó y ya no sintiera sentimiento alguno; fue como si el libro amargo de mi vida se hubiera cerrado, mi amargo pasado se cerró, ¿había conseguido pasar página? ¿Mis heridas se habían curado? ¿Mi sanación había llegado? Siento que si, solo el tiempo lo dirá.

Ahora el único sentimiento que me procesas es lástima, te has quedado sola, totalmente sola. Hace tiempo que no gozas de amigos. Y tus hijos, creo que no hay mayor castigo que el que tus hijos no sientan afecto alguno por ti, eso es algo que tu sola has cultivado.

Se cumple aquello de que “el tiempo pone a cada uno en su lugar” porque ademas tu salud comienza a desquebrajarse tras tanto abuso. Pero, ¿sabes?, no seré yo quien te castigue aun más. Que quede claro: yo no soy como tu, no tengo tu maldad y mientras que estés sola estaré ahí (almenos que puedas pedir ayuda). Algo que nunca he querido, siempre he intentado alejarme de ti, pero la última vez que estuve en tu casa ese conflicto desapareció... ¿te había perdonado? ¿Estaba olvidando lo que me hiciste?...no exactamente y te lo expongo así. Madre, sto es lo único que tengo que decirte:

Me aleje de ti para sanarme, me he sanado, he recuperado toda mi integridad y con ella toda mí fuerza y ahora con toda seguridad te digo que:

- No tengo nada que perdonarte, ya no lo necesito…SOY LIBRE

- No tengo nada que olvidar, ya no lo necesito…SOY LIBRE

- No tengo nada que decirte, ya no lo necesito…SOY LIBRE

- Y sobre todo, ya no tengo que alejarme de ti, ya no lo necesito…SOY LIBRE

Por fin acepto lo que eres y lo que representas para mí.

Mejor aun, por fin estoy en paz con lo que eres y representas. Estoy en paz conmigo misma, contigo y mi pasado.

Espero que nunca más rompas esta PAZ...MADRE

No hay comentarios:

Publicar un comentario